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6 may 2009


Guerra y Clima

Traducción Libre: Marco Royo
Fuente: www.jefflindsay.com

¿Guerras en invierno?

Un elemento fascinante acerca del clima es lo referente a los tiempos de guerra descritas en el Libro de Mormón, la mayoría entre Alma 9 y Alma 47. Varios ejemplos proveen meses y días específicos de la batalla (v.g., Alma 16:1). Muchos otros indican el acontecimiento general del año (v.g., Alma 44:22-24). En unas treinta ocasiones se describe la acción de la guerra como que toma lugar a principios o a final del año. Sorenson ha compilado información del texto sobre el mes del año en que se mencionan varias escaramuzas. Casi todas acontecen entre los meses onceavo y tercero con un pequeño número reportados en los meses cuarto, quinto y décimo, y ninguna entre los meses sexto y noveno. ¿Por qué este modelo? El texto también hace referencia al cultivo de alimentos un buen número de veces entre los meses cuarto y noveno. El problema de aprovisionar a las tropas se menciona como una preocupación principalmente entre los meses doceavo y segundo. Por lo que parece que el tiempo de la cosecha pudiera acontecer entre los meses décimo y duodécimo. (Resumen: el cultivo nefita de alimentos:meses 4-9; principal cosecha: meses 10-12; tiempo de guerra: principalmente meses 11-3).

Ahora surgen varias ideas:

Puesto que los ejércitos estaban compuestos en gran medida de ciudadanos corrientes (como reservistas) quienes eran en su mayoría granjeros, no estaban disponibles para la guerra sino para después de la cosecha (véase Alma 53:7); puesto que el ejército se mueve sobre su estómago, luchar es más fácil cuando el aprovisionamiento de alimentos estuviera más disponible, lo cual sería después de la cosecha; el Libro de Mormón muestra notable fiabilidad (y consistencia interna) en tratar la antigua relación entre agricultura y guerra.

Pero, ¿cómo corresponden los meses nefitas con los nuestros? En Mesoamerica, el período Mayo - Septiembre es la mejor época para el crecimiento de los cultivos (calor y humedad disponibles). Sin emabrgo, el período Octubre - Abril October es justamente seco. También sabemos que antes de Colón, las campañas militares en América Central ocurrían principalmente entre Octubre y Febrero (una vez más los granjeros se reunieron o fueron capturados). Igualmente, la tierra húmeda de las lluvias torrenciales estaba más seca y mas soportable (y vivr en tiendas de campaña era más fácil). Estas consideraciones condujeron a sorenson y a otros a concluir que el año nefita pudiera haber empezado a fines de diciembre, acaso con el solsticio de invierno (21/22 Diciembre), como muchos otros pueblos antiguos

Ahora viene una intrigante visión que poco promete para la teoría de que José Smith se inventó el Libro de Mormón. La escena de batalla significativa (en la que la supervivencia a largo plazo de los nefitas pudo haber estado en la estacada) se describe en Alma 51 al final del año --hacia Diciembre. Depués de largas y fatigosas marchas, ambos lados estaban muy cansados. ¿A causa de qué?: "causada por los trabajos y el calor del día". Esto tiene lugar en la costa este "sobre las playas, en los linderos a orillas del mar". (Alma 51:32). En esta estación los ríos sobrecargados por las lluvias habían disminuido su caudal, pero la región este (Istmo de Tehuantepec) aún era bastante húmedo, bajo y caliente. El tiempo más tórrido aún estaba lejos, pero cerca de la costa había suficiente calor y lodo para contribuir a la fatiga de las tropas que marchaban rápudamente


Alma 51 muestra que la tierra del Libro de Mormón no era un lugar cubierto de nieve en invierno, como el estado de Nueva York lo era para el joven José Smith. Si hubiera inventado el libro basándose en lo que él conocía, no se le hubiera ocurrido situar la batalla en invierno sino en verano. La consistencia interna de los pasajes que tratan de la guerra durante la época apropiada de la guerra en Mesoamerica es también notable--y no se ha descubierto o reconocido hasta la pasada década. Aunque es un tema menor en el texto, las informaciónes geográfica y climática aportadas dan sentido al relato. Se debe considerar como uno de las muchas evidencias "mundanas" y poderosas a favor de su autenticidad

Existen muchos aspectos del antiguo arte de la guerra en el Libro de Mormón que muestran robustas evidencias de autenticidad. Se encuentran paralelos interesantes en recientes descubrimientos sobre la extensión de la guerra en la antigua Mesoamerica y especialmente del uso de fortificaciones a fines del Preclásico y en el Clásico (que corresponden con la cronología del Libro de Mormón). Los varios tipos de fortificaciones descritas en el Libro de Mormón se han descubierto en Mesoamerica que datan de ese tiempo. Especialmente interesante es el uso recientemente descubierto de los terraplenes hechos de barro o de murallas combinadas con obra de madera en su parte superior, como se describe en Alma 50: 1-6. Este tema se analiza más profundamente en el artículo de John Sorenson "Fortifications in the Book of Mormon Account Compared with Mesoamerican Fortifications" en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks and William J. Hamblin, Deseret Book, SLC, UT, 1990-- libro que abunda en otros fascinantes conocimientos y evidencias relacionadas con el Libro de Mormón como un documento antiguo auténtico. Otros temas en este volúmen tratan de la naturaleza de la guerra de guerrillas y los ladrones de Gadianton, el uso de las armas en el Libro de Mormón y en Mesoamérica, la organización militar y la estrategia en el mundo antiguo,sapectos legales de la guerra, etc. Muy recomendable para los estudiosos del Libro de Mormón

Es digno reseñar que la cultura mesoamericana en general, y la cultura maya en particular, fue vista por los "expertos" como una era pacífica en sobremanera. Desde su punto e vista la guerra en el Libro de Mormón estaba fuera de lugar. En años recientes ese punto de vista ha cambiado radicalmente. Como Michael Coe actualmente explica "Los mayas se obsesionaron con la guerra. Los anales de los cakquicheles y el Popol Vuh hablan de pequeños conflictos intertribales entre los habitantes de las tierras altas, mientras que los dieciséis estados del Yucatán estaban constantemente en guerra por límites y cuestiones de linaje" (Michael D. Coe, The Maya, London: Thames and Hudson, 4th ed., 1987, p. 160).