
En el autobús equivocado
por el élder Sterling W. Sill
Publicado en la Liahona de mayo de 1984
Uno de los impedimentos más grandes para lograr el éxito es el hecho de que dedicamos mucho tiempo a cosas que nos llevan hacia lo que no deseamos ser. Es mucho lo que podemos aprender del relato que, hace varios años, nos contó el doctor Harry Emerson Fosdick al cual tituló: “En el autobús equivocado”.
Se trataba de un hombre que subió a un ómnibus con la intención de ir a la ciudad de Detroit, Michigan; pero cuando llegó al final de su viaje se encontró que estaba en Kansas City, Kansas. Este pobre hombre no podía convencerse de lo que había sucedido; cuando preguntó cómo llegar a la avenida Woodward y le dijeron que tal avenida no existía, se sintió indignado, porque él sabía muy bien que sí había una calle que se llamaba de esa manera. Le costó aceptar la realidad de que, muy a pesar de sus buenas intenciones, no estaba en Detroit, sino en Kansas City. Todo hubiese estado bien si no fuera por un pequeño detalle: había tomado el autobús equivocado.